Las definiciones sobre eventuales apoyos y posturas frente a un balotaje tensionaron la jornada electoral, con abanderados delineando desde ya sus escenarios políticos.
En una jornada marcada por declaraciones cruzadas y proyecciones sobre la segunda vuelta, los distintos candidatos presidenciales comenzaron a perfilar sus posiciones respecto a eventuales apoyos y definiciones políticas tras el cierre de las urnas. Mientras algunos apuntaron a respaldos explícitos, otros condicionaron su adhesión a cambios programáticos o defendieron su autonomía frente al futuro panorama electoral.
Desde Providencia, Marco Enríquez-Ominami cuestionó nuevamente a las encuestas, calificándolas de “truchas” y “manipuladas”. Afirmó que su candidatura es “la más competitiva contra la derecha dura” y destacó que es “el único que tiene reforma tributaria”. Consultado sobre un eventual respaldo a Jeannette Jara en segunda vuelta, sostuvo que “espera contar con el apoyo de ella”, en una señal que deja abierta la ruta de sus propias decisiones post primera vuelta.
En paralelo, Franco Parisi manifestó plena confianza en superar sus registros anteriores y alcanzar el balotaje. Señaló que su candidatura “será la gran sorpresa” y proyectó obtener “sobre el 22%”. En caso de pasar a segunda vuelta, aseguró que recibiría apoyos tanto de derecha como de izquierda, dependiendo del escenario. También volvió a marcar diferencias con sus contrincantes, cuestionando errores y estilos de campaña, y defendiendo su estrategia territorial basada en el contacto directo con sectores populares.
Desde el Partido Nacional Libertario, Johannes Kaiser fue uno de los más explícitos respecto a sus definiciones. Antes de votar, afirmó que otorgará “respaldo irrestricto” a cualquier candidato opositor que compita contra el oficialismo en segunda vuelta. Enfatizó que no impondrá condiciones y que estaría dispuesto a hacer campaña por quien represente la alternativa al Gobierno, subrayando que “nadie se pierde aquí” en referencia a eventuales acuerdos con Kast y Matthei.
En el caso de José Antonio Kast, el abanderado republicano adelantó que, si no avanza al balotaje, esta sería su última elección presidencial. Aunque aseguró que “nadie puede restarse de colaborar con un futuro gobierno”, aclaró que la cooperación no necesariamente implica integrar una administración. Kast evitó definir explícitamente apoyos, pero sostuvo que “la continuidad no le hace bien al país”, dejando entrever su disposición a respaldar una alternativa opositora.
La candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei, también proyectó confianza en avanzar a segunda vuelta y sostuvo que las personas “votarán por alguien que no esté tan politizado”. Consultada sobre alianzas futuras, evitó entregar definiciones concretas, pero remarcó que “lo importante no es la foto, sino la intención de trabajar juntos”, especialmente tras las tensiones en la oposición. También destacó el apoyo explícito de la familia del expresidente Sebastián Piñera.
Desde la izquierda extraparlamentaria, Eduardo Artés fue tajante al descartar un apoyo a Jeannette Jara si no incorpora puntos programáticos de su sector. Afirmó que el oficialismo y la derecha representan “más neoliberalismo” y exigió condiciones como la renacionalización del cobre y la libertad de presos políticos para considerar cualquier respaldo. Fue igualmente categórico al descartar integrar un eventual gobierno de Jara, enfatizando que “ni en la peor de las pesadillas”.
En tanto, Harold Mayne-Nicholls planteó una postura más abierta. Si bien aseguró que espera avanzar a segunda vuelta, afirmó que no se ve “restándose” de colaborar con otra administración si no lo logra. Valoró su ingreso a la política y destacó el aprendizaje que le dejó su recorrido nacional, manteniendo una posición de diálogo frente al escenario post electoral.
Finalmente, Jeannette Jara enfrentó la jornada desde el oficialismo, destacando su disposición al diálogo en caso de llegar a segunda vuelta. Recordó su experiencia legislativa con un Congreso adverso y afirmó que “lo más importante es buscar el justo camino”. Desde su posición como única candidata de izquierda con posibilidades de avanzar, no proyectó apoyos externos, pero subrayó que los desafíos difíciles “son los que más me gustan”.
En conjunto, las declaraciones de la jornada configuran un mapa político en el que las definiciones para la segunda vuelta comienzan a tomar forma. Entre respaldos explícitos, condiciones programáticas y llamados a la colaboración, los candidatos empezaron a mostrar las rutas que seguirán una vez conocidos los resultados de esta elección presidencial.







